El Consejo Nacional de Educación clausuró la Universidad del Mar por
lucrar con la enseñanza. Desconocen cuál será el destino de los
estudiantes. Rector detenido por sobornos. El Consejo Nacional de
Educación, CNED, cerró el miércoles la Universidad del Mar por la mala
educación que impartía y por lucrar con la enseñanza y sus 18.000
alumnos, lo que también constituye un triunfo del poderoso movimiento
estudiantil que estalló en mayo del año pasado.
La Universidad del Mar fue despojada de su reconocimiento legal, que le
permitía impartir clases, “por incumplimiento de objetivos estatutarios y
de infracción grave a sus estatutos“, informó el presidente del
Consejo, Ignacio Irarrázabal.
Otras dos universidades están en la mira del CNED básicamente por lucrar
con la educación y por la mala calidad de la enseñanza que imparten.
Además, pesa sobre ellas, al igual que sobre la Universidad del Mar, la
sospecha de que la acreditación de sus carreras y programas de estudio
por parte del mismo CNED fue obtenido en forma fraudulenta. Uno de sus
ex rectores está procesado y detenido por presuntamente sobornar al ex
presidente del CNED, Eugenio Díaz.
El cierre del plantel fue solicitado por el Ministerio de Educación, en
medio de un escándalo que estalló a fines de mayo último, cuando su
propio rector, el ex diputado derechista Raúl Urrutia, denunció las
irregularidades en su carta de renuncia.
Los ex rectores de la Universidad del Mar, Héctor Zúñiga; de la
Universidad del Mar, Angel Maulén, y el ex presidente del CNED, Luis
Eugenio Díaz, están procesados por las irregularidades al interior del
consejo y de las universidades privadas.
No está claro el destino de los estudiantes.
“El cierre no va a ser inmediato, por lo menos va a tardar un año” para
permitir la titulación de los estudiantes más avanzados y la reubicación
del resto, dijo el titular de Educación, Harald Beyer.
”Ellos no son responsables de estas ilegalidades que se han cometido,
que han surgido porque durante mucho tiempo no se investigó a las
instituciones de educación superior en Chile, no se hizo cumplir la ley y
el marco regulatorio era insuficiente”, dijo Beyer en rueda de prensa.
Un ex directivo del CNED, Patricio Bazo, asegura que informó al propio
Beyer, mediante una carta, de las irregularidades en la Universidad del
Mar, pero que no fue escuchado.
El fin del lucro, la exigencia de una educación pública gratuita y de
calidad, y el financiamiento estatal a algunos planteles superiores,
fueron el centro de las masivas protestas que el año pasado hicieron
tambalear al gobierno del presidente Sebastián Piñera.
Hacia fines del año pasado Piñera se vio obligado a negociar con los
universitarios y secundarios, que están lejos de sentir que sus demandas
fueron satisfechas, aunque este año disminuyeron al mínimo las
protestas.
El gobierno planea crear una exigente agencia nacional de acreditación
si el congreso aprueba el proyecto de ley respectivo, que es rechazado
por algunos expertos en educación.
Mario Waissbluth, coordinador nacional del organismo Educación 20/20,
advirtió que: “Si el gobierno dice muy suelto de cuerpo, ‘a la
universidad que no pase la acreditación se le quita la posibilidad de
hacer clases’, vamos a terminar, literalmente, con cientos de miles de
estudiantes dejados en la calle”.
El experto dijo que el proyecto del gobierno debiera ir unido a otro
presentado por algunos legisladores oficialistas y de oposición, “que le
permita al gobierno intervenir universidades”.
La ley que permitió crear universidades privadas fue impuesta en 1981
por la dictadura del general Augusto Pinochet, cuando el poder
legislativo seguía disuelto. Sin embargo, la misma normativa precisaba
que los planteles superioras no debían lucrar con la enseñanza.
La parte referida al lucro fue violada por los directivos de muchas
universidades privadas que crearon mecanismos para retirar ganancias,
por ejemplo, sociedades inmobiliarias dueñas de edificios que arriendan a
las mismas universidades de las que son dueños.