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Copa Libertadores

Independiente armó una fiesta con su gente y sueña con la octava

Antes del partido celebró la obtención de la Copa Suruga y va por más. 

La antesala del partido, en Avellaneda. Una fiesta. (EFE)

Independiente se ganó la nominación en muchas noches mejores que la que ofreció esta vez bajo el cielo del Libertadores de América. Es el Rey de Copas. No importa mucho lo numérico. Es una cuestión folclórica, una marca registrada. Más allá de Boca en Sudamérica; del Real Madrid en Europa o del Al Ahly en Africa. Hay una certeza: de la máxima competición de la Conmebol, la Libertadores que ahora disputa, no hay nadie que haya alzado más trofeos. Es #TodoRojo como cuenta ese hashtag que recorrió el continente en la final de la Copa Sudamericana y el mundo en días recientes de la Suruga.

Y por todo eso, Independiente celebra su condición. Lo hizo antes del encuentro de ida de los octavos de final de la Libertadores ante Santos. Mostró su gloria. Aplaudió su renacer en este ciclo de Ariel Holan. Hubo emociones y emocionados. Pibes que escucharon de tipos que no vieron jugar, como Santoro, Bochini, Pavoni, Pancho Sá, presentes en la noche de las reivindicaciones. Con ese video de fondo que contaba la historia. Con esos fuegos artificiales a modo de tributo. Otros no tan chicos que se lo cruzan a Eduardo Sacheri a la salida de la platea y le agradecen sus relatos bellos e intensos de tantas noches de Copas bellas e intensas.

UNA FIESTA#LibertadoresxFOX | Así celebró Independiente la obtención de la Suruga Bank, con un emotivo video de la familia de los futbolistas. pic.twitter.com/CKlFugh8fv

— FOX Sports Argentina (@FOXSportsArg) 21 de agosto de 2018

Queda una impresión a esta altura que excede al partido que sucedió después de esa celebración en la que muchos se abrazaron y en la que todos se emocionaron:Independiente es Independiente de nuevo. El copero, el bravo, el que no se rinde, el que sabe de resurrecciones.

No hay casualidad en el entusiasmo ofrecido por el entrenador, Holan, que también es hincha, que tantas veces se quedó disfónico en esa misma cancha cuando todavía era técnico de hockey sobre césped: “Ahora vamos por La Octava”. Sí, así, con mayúsculas, como acostumbran nominar los hinchas del Real Madrid.

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Es cierto, no acompañó la actuación del equipo para completar el escenario feliz. Pero hay más. La serie de octavos sigue. Habrá revancha en territorio paulista, allí en Vila Belmiro, cerca del puerto santista. Y allí, otra vez, estará Independiente. El de antes. El que volvió. El de siempre. El Rey de Copas. El que se anima a celebrar su condición. El que, claro, irá tras los pasos de la clasificación.