El 25 de Noviembre fue declarado como el
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. La fecha fue elegida como conmemoración del
brutal asesinato en 1960 efectuado por orden del dictador Rafael Trujillo (1930-1961) de las tres
hermanas Mirabal :Patria ,Minerva y Maria Teresa . Activistas políticas de la República Dominicana.
La informacion dada del hecho fue la siguiente :
“en un accidente que
se presume ocurrió cuando el conductor perdió el control del vehículo
placa J-19488, y cayó unos 50 metros, deteniéndose en la margen del río
Guazumal”.
La realidad fue que estas damas fueron eliminadas a garrotazos y palos .
Este
vil asesinato fue la gota que lleno el vaso de la Dictadura Trujillista
,la ceguera creada por la desinformacion ,la promocion del culto a la
personalidad del tirano que subyugaba la psicologia del pueblo y el
terror impuesto por su regimen ,empezo a flaquear ante esta ignominia y
la gente desperto.
Trujillo fue - ¡ por fin! - ajusticiado a tiros la noche del
30 de mayo de l961...................
Mary Jerez "Qué si fuere mil veces esclava
otras tantas ser libre sabrá”.
MONUMENTO A LOS HEROES DEL 30 DE MAYO.
Silvano Lora
Luego de decapitada la dictadura empezó a organizarse el país, entonces
en junio de 1962 se realizo el juicio por el vil asesinato de las
hermanas Mirabal y el chofer Rufino de la Cruz.
"Los autores
materiales del cuádruple crimen, Ciriaco de la Rosa, Alfonso Cruz
Valerio, Emilio Estrada Malleta, Ramón Emilio Rojas Lora y Néstor
Antonio Pérez ,como complices :fueron juzgados Sandito Almonte, Cándido
Torres Tejada (Ausente en el juicio), jefe de Operaciones del Servicio
de Inteligencia Militar en la estación Central en Ciudad Trujillo,
Víctor Alicinio Peña Rivera, jefe de Operaciones del SIM en el Cibao,
Silvio Antonio Gómez Santana, Viterbo Alvarez (Pechito), Pedro Peña
Ortiz y David Olivero".
La mayoría de estos fue condenado a 30 años
de prision ,a excepción inexplicablemente de Ciriaco de la Rosa que le
dieron 20. Muy corto tiempo despues con la ayuda de grupos militares
Trujillistas fueron provistos de pasaportes y sacados del país.
"Muchos
de ellos han muerto en distintas circunstancias, otros , muy pocos, se
encuentran vivos gozando de la impunidad que les permitió la complicidad
oficial y un pueblo con ansias de libertad y a veces un poco
olvidadizo".
Arq.Raffi GenaoALGUNAS HISTORIAS SOBRE TRUJILLO
Trujillo fue acusado de
cuatrero ,violador y otros delitos
El primer
asesinato de la Era de Trujillo en el año 1930, sucedió en Sosúa, Puerto Plata; lo fue el agricultor José Joaquín Pelegrín (a) Culula.
Trujillo hizo matar a Martinez Reyna y
su esposa embarazadaCon posterioridad a la muerte de
Cipriano
Bencosme por ordenes de Trujillo en 1930 , varios miembros de su
familia fueron asesinados, entre ellos Sergio en el 1935 en Nueva york
,mas tarde Toribio y Donato Bencosme.
En 1931 Trujillo dispuso el asesinato del senador
Desiderio Arias.
La misma noche del crimen se personó en la casa del difunto y, sentado
junto al ataúd, veló hasta la mañana siguiente cuando decretó tres días
de duelo nacional.
Algunos hasta han dicho que era tan malo que no podía ser humano , que era un
dictador reptiliano.El
28 de septiembre de 1937 en la mañana se inicio al sur de Dajabon el
exterminio de los residentes haitianos, los mataban con cuchillos, palos
y machetes con la intención de que pareciese un motín llevado a cabo
por campesinos dominicanos.intensificándose y expandiéndose a partir del
2 de octubre. Entre 12,000 y 25,000 nacionales haitianos fueron
asesinados en esta matanza, las cifras no son exactas debido al clima de
especulación preponderante en la época...la matanza de haitianos
continuo hasta el 15 de noviembre de forma disminuida y esporádica"
Wanda Andujar .Monografia sobre el tema .
EN EL TERREMOTO DEL 46Dos
señores, muy conocidos por su militancia antitrujillista, fueron
detenidos y acusados por la Policía de haber sido los que propagaron los
rumores de que el mar estaba entrando en la capital. Ambos fueron
condenados a seis meses de prisión correccional “por vagos y por alterar
la paz pública”.
Jesús de la Rosa .
Entre los muertos de
la invasion de Luperón en 1949 estaban:
Gugu Henríquez “Dominicano”
Hugo Kunhart “Dominicano”
Salvador Reyes Valdez “Dominicano”
Manuel Calderón Salcedo “Nicaragua”
Alejandro Celva “Nicaragua”
Humberto Ramírez “Nicaragua”
Alfonso Leyton “Costa Rica”
El
8 de Diciembre de 1950, agentes encubiertos al servicio de Rafael
Leónidas Trujillo se presentaron en casa número 8 de la calle Cervantes,
en el reparto Sevillano en la Habana Cuba, secuestraron a
Mauricio Baez , y nunca más se le volvió a ver.
Andres Requena desaparecio misteriosamente en Nueva York en 1952
El 12 de marzo de 1956 se secuestro por orden de Trujillo
Jesus de Galindez ,nunca aparecio.
José Almoina,
autor de la obra “Una Satrapía en el Caribe” quien fue “atropellado”
por un automóvil en México en 1957 exclamando al morir: “Fue Trujillo”.
Despues de sufrir las mas crueles e inimaginables torturas,
más de doscientos fueron fusilados en la 40 a raiz de la invasion del
14 de junio de 1959
Entre el 29 y el 30 de enero de 1960
fueron asesinados 27 jovencitos que provenían de los barrios de Pueblo Nuevo, Marilópez, Nibaje y el Callejón de San José de Santiago. Su líder,
Wenceslao Guillén enfrentó las torturas y la muerte
Hoy,
cuarenta y siete años después, muchas madres no saben dónde están las
tumbas de sus hijos. Porque quien sabe donde reposan los restos mortales
de:
Wenceslao Guillén.Luis Prud Home- El Haitianito.Pedro Jaime
Tineo Tejada.Jorge Marín.Henry Stresse Cepeda- El Alemán.José Emilio
Soriano- Chepe.Porfirio Gómez.Manuel Medina.Ramón Mejía.Manuel Ramón
Liviano- El Chino-.Napoleón Sánchez Cabreja.Manolito González.Victor
González Pardi.Miguel Ramírez.Roque Peña.José Camilo Disla.Jorge
Khoury.Guarino Jiminián.Manuel Antonio Arias Villamán – El
Locutor.Anastasio Sudi Díaz - Millan-Domingo Russo.Eugenio Perdomo
Ramírez". Apuntes de Ramon Antonio Veras .
El 24 de junio de 1960 se efectuo el
atentado
ordenado por Trujillo contra el presidente de Venezuela Romulo
Betancourt ,este "salió de entre las llamas de su vehículo con la cara y
las manos llagadas por el fuego ,parecio
la explosión de 100 kilos de
dinamita ,se volcó e incendió el auto que iba delante y el del mismo
Betancourt, resultando muertos el coronel Ramón Armas Pérez, jefe de la
Casa Militar, otro oficial y el chofer del Presidente"
"La criminal acción, preparada por
Johnny Abbes García,
se ejecutó con una bomba de alto poder explosivo accionada por
micro-ondas, colocada en un automóvil estacionado en una calle"
J.Armando Lora.
El 25 de Noviembre de 1960 ocurrio el brutal
asesinato
de las hermanas Mirabal ,ordenado por el tirano .Este acto abominable
empezo a despertar la conciencia del pueblo Dominicano y asi seis meses
despues se decapito la dictadura con el ajusticiamiento el 30 de mayo
del sanguinario dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina .
EL COMPLOT DEL 30 de MAYO
MUERTO EL PERRO SE ACABO LA RABIA
Dos grupos complotaban para eliminar la tirania. El de Santo Domingo
liderado por Juan Tomás y Modesto Díaz y el de Moca por Antonio de la
Maza . El complot se habia realizado en dos partes:La eliminación de
Trujillo y luego el Golpe de Estado para celebrar elecciones libres .
LOS HEROES DEL 30 DE MAYOAntonio de la Maza,
Salvador Estrella Sadhala,
Huascar Tejeda,
Roberto Pastoriza ,
Antonio Imbert Barreras, Pedro Livio Cedeño ,
,Amado Garcia Guerrero,
Juan Tomas Diaz ,
Luis Amiama Tio,
Miguel Angel Baez Diaz y
Modesto DiazEste
grupo de valientes son los héroes del 30 de mayo .Los primeros ocho
mencionados fueron el grupo de acción que jugo un papel de principalía y
coraje en el malecón de Santo Domingo, enfrentándose a tiros con el
hombre mas fuerte del país .Los otros cuatro fueron los tácticos y
hacedores de seguimiento al complot .
Cabe destacar a
Tunti Cáceres como
parte del grupo de acción, quien fungiera como volante en las
simulaciones previas al hecho, por razones fortuitas del destino esa
noche estuvo en Moca y se acostó a dormir temprano para estar
descansando, todos pensaban que el día después del hecho era la fecha
esperada, pero el 30 de Mayo era cuando el universo fluía para que se
ajusticiara al tirano y así se diera inicio al comienzo de la libertad y
la democracia en República Dominicana.
Lograr esto bajo el régimen
de terror que se vivía en el país fue una verdadera hazaña, que no se
habría ejecutado sino hubiese sido con el concurso y la colaboración de
muchos hombres y mujeres que trabajaron tras bambalinas luego de que el
plan del complot de De la Maza y Juan Tomas Díaz se elaborara.
ALGUNOS DETALLES SOBRE EL REGIMEN DEL DICTADOR TRUJILLO"Su
megalomanía es proverbial. Por la época de la celebración de los 440
años de fundación de la capital, Santo Domingo la ciudad más antigua de
América, bautizada así por Bartolomé Colón, el Generalísimo decidió
cambiarle el nombre por el de Ciudad Trujillo, denominación que
subsistió, desde enero de 1936, durante el siguiente cuarto de siglo.
Similar suerte corrió la montaña más alta de la isla, conocida desde
entonces como Pico Trujillo.
En
la ciudad se yerguen altaneras 1.217 estatuas de Trujillo, esculpidas,
moldeadas y fundidas en toda clase de materiales nobles, y en toda las
posiciones imaginables: a caballo, con toga, pedestres, heroicas. En
cada hogar dominicano, una placa votiva reza: En esta casa, Trujillo es
el jefe "
El tiempo.com
"Nombrado a los siete años de edad coronel del ejército, Ramfis Trujillo
Martinez se convirtió a los diez en general, alcanzando durante la
Feria de la Paz y la Confraternidad del Mundo Libre el grado de teniente
general".
La otra fiesta del chivo .Luis Morillo Vilchez. "Todo
articulo, discurso o conferencia, aun cuando sea en la Universidad,
tiene que comenzar allí con el encendido elogio para el Benefactor, y
ay! Del que así no lo hace, porque su nombre será agregado prestamente a
la lista negra”. Y no solamente exige que se diga que todo es obra suya
y gracia a él, sino que ya hasta de las obras de Dios se ha incautado.
Hay elocuentes letreros que dicen: “Trujillo es el único que te da
agua”. Hasta ahí llega su enfermo afán de apoderarse de lo ajeno..”
“Todo empleo por insignificante que sea, tiene que serle solicitado directamente por carta”
“Encarcelar,
golpear hasta bañarlo en sangre; torturar hasta la muerte; matar por la
espalda, son cosas tan corrientes en la dictadura de Trujillo, como la
salida o puesta del sol”
“Muchas veces matan a alguno a balazos o
le cortan la cabeza y entonces, son tan cínicos que le taponan los
orificios de los balazos con algodón y le cosen la cabeza, y le mandan
el cadáver a la familia, informándole que murió de fiebre en el
hospital: como sucedió en el caso del Coronel Blanco (Blanquito)”
Libro Yo acuso 1946 de
Carmita Landestoy
El control del “Jefe” era absoluto, cualquier sospechoso de conspiración
o deslealtad podía terminar de huésped de “La 40”, “El 9”[12] o víctima
de los más crueles tratos en el manicomio del Km 28. Unos lograban
sobrevivir a las torturas ideadas por Johnny Abbes[13] y sus secuaces,
los que no, eran arrojados a los tiburones en las inmediaciones del
matadero de reses de la Autopista Sánchez. Nadie parecía escapar a la
mirada inquisitiva del Jefe, que mantenía su régimen de “orden y paz”a
través de una impresionante red de espías que controlaban los
movimientos de todos: el limpiabotas, el vecino o el compañero de
trabajo podían ser pagados por las huestes de Chapita[14]. El temor
cobraba formas inusitadas, así durante la estancia de un grupo de
exiliados anarquistas en las colonias agrícolas de la provincia de San
Juan de la Maguana, los campesinos alertan a los españoles de los
peligros que entraña hablar de Trujillo. No hay hora del día, ni sitio
que escape a su control, cuando la red de caliés[15] deja de trabajar,
los poderes sobrenaturales vienen en su auxilio, pues el Jefe durante
las noches “manda a las brujas” a escuchar las conversaciones.[16]
Cada día la gente esperaba con ansía el periódico para revisar con mano temblorosa la sección de
“El Foro Público”, columna
que rezumaba el malestar de Trujillo destruyendo reputaciones y
condenando al ostracismo a los que caían de su gracia y pasaban a
engrosar la funesta lista de los “desafectos”[17
].Trujillo
Mito y emblematica de una dictadura.Paola Torres de la Cruz .Trujillo
es sencillamente Trujillo o mejor el jefe .J.CastellanosRegularmente las patrullas militares que recorrían la ciudad exigían a los ciudadanos “los tres golpes”:
• La cédula de identificación personal.
• El papel de certificación de haber hecho el servicio militar obligatorio.
• El carnet de miembro del PD, conocido popularmente como “la palmita”.
Quien no tuviese estos tres documentos podía ser acusado de
delito de vagancia
"¿Sabía usted que Trujillo, aquel pedazo de analfabeto, fue nombrado
doctor honoris causa por la Universidad de Pittsburgh? Lo más curioso
es que los sobornos que pagó para conseguir el título los sacó de unos
fondos especiales que los judíos norteamericanos le habían dado para que
acogiera a judíos europeos fugitivos del terror nazi", denuncia Manuel
Vázquez Montalbán en Galíndez, donde se relata el secuestro .
La dinastia TrujilloExistía
una orden del Dictador Trujillo de exigir que en todas las casas
Dominicanas tuvieran el cartel que decía: "En esta casa Trujillo es el
jefe"
Los
dominicanos que nacimos entre 1930 y 1961 nacimos en La Era. Los que
nacimos en La Era aprendimos desde la cuna a hablar poco y callar todo.
Los que nacimos en La Era sabíamos por ósmosis que vivíamos en el
terror. Lo sabíamos aunque nadie nos lo explicara. Los que nacimos en La
Era recordamos tiempos tan apacibles que tenían que ser un mito. Y así
era. Debajo de esa engañosa tranquilidad había un tumulto de horrores y
temor que lo empañaba todo. Y aún así vivimos una niñez dorada...
ESTE ES EL SITIO PARA RECORDAR
CONTINUARA CON LOS SUCESOS POSTERIORES AL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO Y LOS HECHOS DE LA
HACIENDA MARIA
Seguir Leyendo...
PONENCIA COMPLETA DE ROBERTO CASSA.
Participo en este encuentro acerca del libro atribuido a María de los
Ángeles Trujillo (Angelita), Trujillo. Mi padre con el fin de exponer
opiniones personales. Aclaro que el hecho de ser yo director general del
Archivo General de la Nación, institución que convoca esta noche, no la
compromete en ningún sentido, puesto que posicionamientos de ese género
no forman parte de sus atribuciones.
He querido traer escrita la ponencia para, en aras de la economía del
tiempo, obviar por adelantado hacer referencia a las posiciones que
expresen los demás expositores que me acompañan.Roberto Cassá junto a
Mario Bonetti, Bernardo Vega y Euclides Gutierrez Felix debatiendo el
libro de Angélita Trujillo
Este encuentro se celebra por haberse considerado valederos los motivos
de la solicitud del profesor Mario Bonetti. Pero si asisto como
expositor es porque pienso que lo que procede analizarse no es tanto el
“libro de Angelita”, sino el reclamo anacrónico que contiene.
Hoy el trujillismo carece de toda importancia práctica, por lo que ha
optado por restringir su discurso a la validación de su pasado. Si bien
tal reivindicación constituye un despropósito producto de una bancarrota
política y cultural, no deja de tener posibles implicaciones.
Finalmente, lo que aconteció durante los treinta y un años ha dejado no
pocas estelas todavía no del todo superadas. Por tanto, puede ser esta
una ocasión para desmontar argumentos con que se pretende cuestionar la
lucha por la democracia que tanta sangre ha costado.
Sin embargo, no hay nada nuevo que decir a propósito de este libro, que
no pasa de ser un pestilente desecho de infamias. Ahora no hago más que
reiterar posiciones que he esbozado desde hace mucho tiempo como
historiador social y antitrujillista de izquierda.
Parto de la premisa de que el libro no es “de Angelita”, sino una obra
colectiva, en la cual se ha pretendido validar el trujillato con
idénticos argumentos y procedimientos que los utilizados en su momento
por los alabarderos del régimen. Carece de importancia quiénes han sido
los autores de esta obra, puesto que al parecer participaron movidos por
el interés mercurial. Lo interesante es que han aunado esfuerzos en el
propósito para presentarse como la emanación actual del discurso
despótico.
De paso, cabe constatar la indigencia intelectual de esta capillita
trujillista, que hace presencia en un libro muy mal escrito, plagado de
faltas ortográficas, disparatoso, carente de todo ingrediente
intelectual y de cualquier consistencia expositiva. Posiblemente estos
señores han llegado a la conclusión de que el ordenamiento democrático
vigente ha dado muestras de tal grado de incapacidad que hace creíble
que se reproduzca al pie de la letra el discurso ideológico de antaño.
A pesar de la indignación que suscita la intención malévola que guía
este libelo de manchar las reputaciones de los antitrujillistas, en
seguimiento de los moldes del discurso de la Era, no se le puede evaluar
de manera emotiva, puesto que lo que requiere es de una refutación
política. En el meollo del asunto, lo que está en juego es desmontar el
supuesto balance favorable a la tiranía de los treinta y un años, que
según ellos se define no más que por sus magnas realizaciones
materiales.Dr. Roberto Cassá, director del AGN y expresidente de la
Academia Dominicana de la Historia
Ante sus seudo-argumentos del “libro de Angelina”, puesto que no trae
nada nuevo, lo que queda es reiterar posturas que asumieron los
antitrujillistas en sus luchas por la libertad. La “importancia” es del
todo punto insustancial porque está hecho en pura clave retrospectiva.
El libro parece estar escrito en 1961, como si el tiempo de la historia
se hubiese detenido y la verdad horrorosa del esquema trujillista de
dominación no se hubiese hecho inconcusa. Aquí se encuentra, por lo
demás, una señal de uno de los rasgos de la elaboración ideológica del
trujillato, que fue la alteración flagrante de la realidad de las cosas.
La mentira hiriente se renueva en la tónica dominante de este libro,
que intenta pasar por alto los charcos de sangre que dejó detrás de sí
la larga noche del terror de Chapita.
A la luz del tiempo presente, esta operación adolece de falta de
eficacia. El solo hecho de que estemos congregados aquí para cada quien
expresar sus criterios de manera libre delata un progreso histórico que
inutiliza los alegatos contenidos en el libro. Bajo el trujillato la
mínima disidencia conllevaba muerte, tortura o exilio.
El hecho de que todavía tengamos que afrontar este debate tiene una
causa: Tras el ajusticiamiento del tirano no hubo una drástica solución
de continuidad y no se ajustaron cuentas con los criminales materiales e
intelectuales. De todas maneras qué bueno que este adefesio de libraco
pueda circular, porque nos ayuda a ratificar el develamiento de las
matrices ominosas del trujillismo.
Visto el contenido del libro, no es solo desfasado, sino sobre todo
resulta infamante sin apelación. Por tal motivo, carece de objeto
discurrir acerca de sus afirmaciones, todas cargadas de una perversidad
inaudita. Nada lo hace merecedor de un debate historiográfico
especializado o de una ponderación profesional como fuente.
El libro destila mierda, es el peor desecho que puede emanar del ser
humano, en este caso un excremento de un concierto de individuos que,
desde sus antepasados legitimadores de la mentira y el crimen, perdieron
la honra y, por ende, el atributo de la humanidad bien entendida.
Solo hay que ver cuánta infamia recorre sus pestilentes páginas, cuando
asevera mentiras flagrantes para traspasar los crímenes del tirano a
otros. Es el caso de la trama fantasiosa para exculpar al inefable
“papá” del crimen de las hermanas Mirabal, hecho que no puede negarse y
que tiene que ser recogido por el espíritu malicioso como procedimiento
para obviar miles de crímenes y de pasada y a conveniencia endilgar a
otros algunos de ellos.
En el mismo tenor, pretende que el complot que desembocó en la muerte de
Trujillo estuvo originado por una maniobra de la Agencia Central de
Inteligencia de Estados Unidos, que concibió y alentó el asesinato de
las hermanas Mirabal a través de Luis Amiama Tió y José René Román
Fernández.
Ante un hecho de tal gravedad como ese crimen múltiple, se pretende que
Chapita, que controlaba el mínimo movimiento de todos los dominicanos
con significación social o política, iba a quedar impasible.Parte del
publico asistente al debate libro Angelita Trujillo
Vale reiterar lo que es ya un saber acerca del 30 de Mayo: Fue un hecho
libre de dominicanos que decidieron correr todos los riesgos. Su hazaña
los hace acreedores de la categoría de la heroicidad. Obraron por su
cuenta, en suprema manifestación de libertad y bravura. Aceptaron la
colaboración de la Agencia Central de Inteligencia, pero los conjurados
del interior del país no eran sus agentes o instrumentos.
Está documentado que el gobierno de Estados Unidos, ante el fracaso de
la expedición contrarrevolucionaria de Bahía de Cochinos, ordenó detener
el operativo y que los “disidentes” rechazaron ese criterio imperial.
Siempre dentro de ese tenor, se llega a la infamia de pretender que
todos los antitrujillistas obraron con el propósito de apoderarse de la
fortuna de “papá”, ese hombre angelical (como la hijita), tan bondadoso
que parece alcanzar la santidad. Esa inmensa fortuna, labrada a costa de
la sangre de todo un pueblo, parece que fue bien habida, pues ni
siquiera se molestan los autores en explicar su origen.
Se llega a lo grotesco cuando se asevera que los movimientos del héroe
Antonio de la Maza durante la ejecución libertaria del 30 de Mayo
tuvieron por móvil apoderarse del maletín del gran ladrón. Se le
adjudica esta caricatura a quien durante años se dedicó a dilapidar el
dinero que provenía de su aserradero en Restauración, penetrado por la
amargura lacerante de la espera de la justa venganza.
Esta letrina descarta, pues, toda reflexión concienzuda en el terreno
historiográfico. Nada de lo que contiene este libro alcanza la entidad
que lo haga un medio de obtención de información o de replanteo de lo
conocido.
Su pretendido sustento documental está cimentado en documentos por
encargo carentes de toda veracidad. Pongo el caso del propósito de
presentar como dos cobardes a los presos Segundo Imbert y Rafael Sánchez
Sanlley, asesinados al otro día del tiranicidio. Angelita y sus socios
se amparan en unas declaraciones hechas años después y en el exterior,
ante notario, por el coronel Horacio Frías, jefe del penal de La
Victoria, un criminal cobarde que ese mismo día asesinó a un teniente
del ejército.
Dice Frías que hubo que cargar a Imbert mientras chillaba de miedo, al
tiempo que Sánchez también se había desencajado por el temor a la
muerte. Sin embargo, José Daniel Ariza, compañero de prisión de ellos,
afirma que los vio salir sin que notara señal alguna que delatara el
pánico que les atribuye Frías. Rafael Martínez, otro de los prisioneros,
ratifica la versión de su compañero de celda. Ambos, al igual que otros
del penal, como el fenecido doctor José Antonio Fernández Caminero, son
categóricos en cuanto a que no es cierto, contrario al expandido mito
retomado en este libelo, de que Segundo Imbert fue sacado del penal para
dirigir el asesinato de las hermanas Mirabal.El concurrido acto contó
con la presencia de importantes personaliidades
Se exige la reiteración de la apología de quienes dieron sus vidas, al
margen de deslindes ideológicos y políticos. Me permito hablar a nombre
de los muertos, de los torturados, de los castigados, de todos, con
independencia de las culpas que algunos pudieron albergar con antelación
y de las diferencias que pueda haber, pasadas o presentes, con las
posiciones de muchos de ellos.
Aunque el antitrujillismo de derecha iba en sentido contrario a la
historia, sus exponentes, como gran parte de los complotados para la
gesta del 30 de Mayo, al igual que todos los demás antitrujillistas,
tuvieron la razón, iban en el sentido progresivo de la historia, porque
el trujillato representaba lo peor.
Este carácter se reitera cuando, a medio siglo de distancia, se
reproduce en el libro la criminalidad inherente al orden trujillista.
Angelita asume la desenfadada validación del asesinato como
procedimiento político.
Es lo que hace respecto al grupo de complotados del 30 de mayo en la
Hacienda María. No fue únicamente Ramfis Trujillo, pues, quien asumió la
criminalidad ante el futuro por sus actos desenfrenados y la
remembranza de su amigo y no menos criminal ex marido de Angelita. No es
casual que Angelita también se asocia con el crimen.
La en apariencia cándida Reina de la Paz reunía desde entonces un
complejo de figuras delictivas. Los encajes y diamante proveían resumían
el crimen con glamour. La Reina de la Paz, la hija mimada, se devela en
estas páginas como lo que es: una vampiresa, Reina de las Tinieblas de
la Larga Noche.
Esta abuela obesa de hoy y pretendida santurrona casi desde la niñez dio
rienda suelta a delirios desenfrenados de connotación patológica.
Es suficientemente elocuente el suicidio de su marido, tan denostado en
el libelo pese a haber sido también un sádico criminal, al tiempo que
portavoz retrospectivo de la criminalidad del hermano primogénito.
Angelita pertenecía a una familia que reunía a varios criminales. Ella
estaba enterada de todo lo que sucedía y no dejó de tener su cuota en el
horror, como se podría demostrar con facilidad.
Bueno, ¿algo entonces razonable en esas páginas? Al menos que queda
retratada la sustancia irremediable del trujillismo. Al fin y al cabo
dicen verdades que todavía son aleccionadoras, aunque sean bien
conocidas. Es el caso de la empatía de papá por Estados Unidos y su
correspondiente furor anticomunista.
Igual de sintomática es la reiteración de la sustancia ideológica y
cultural del trujillismo. En páginas escritas por algún idiota, que usa
la ocasión para pretender erigirse en filósofo emergente del
trujillismo, se recurre al argumento manido del progreso material como
signo esencial de la Era, por consiguiente, como se afirma, el único
periodo de realización del pueblo dominicano. Es lo que le dio la tónica
a los discursos de Manuel Arturo Peña Batlle y demás intelectuales
envilecidos. Todo lo que se dijo acerca de las excelencias de
realización de aquel pasado no fue más que una falsificación colosal de
la realidad.
En realidad, se vivía bajo una opresión generalizada, en que campeaba el
miedo, el crimen cotidiano, la deshonra colectiva, la tortura, la
explotación social desenfrenada. Detrás del oropel de las obras públicas
magnificentes, subyacía la miseria de las masas. Nadie podrá probar lo
contrario.
El país trabajaba a todo vapor y sin pausas en beneficio de este supremo
señor de fortunas y vidas, de este Lucifer que se deleitaba sin ambages
con la posesión de las esposas de sus áulicos, víctimas tristes al
igual que victimarios feroces. Ahí, en tantas cosas, como la mentira y
el comportamiento disoluto, se comprueba la validez del De tal palo tal
astilla. Todo lo que se pretende acerca de una época de realización
absoluta de todo un pueblo no es sino la pieza articuladora del discurso
ideológico del trujillato, la mentira más mendaz jamás lanzada en la
historia dominicana.
José Daniel Ariza, combatiente de la guerrilla de Manaclas, narra los crímenes de la dictadura
No significa, claro está, que bajo la Noche Larga no hubiese crecimiento
económico y hasta desarrollo, según se le conceda una acepción al
término. Aquel tirano ha sido hasta hoy el gran héroe del capitalismo
dominicano. En ningún otro momento de nuestra historia se ha reiterado
en igual manera la hegemonía del interés del capital.
De acuerdo que, en términos materialistas, estaba implicado el avance
del proceso histórico. Pero avance histórico no es sinónimo de
realizaciones, por lo que la única posición correcta desde el punto de
vista socialista era oponerse a esa situación. El capitalismo
personalizado por el monstruo implicaba crimen y opresión en forma
generalizada. No podía haber nada que pudiera hacer valer una
solidaridad con el trujillato a nombre del capitalismo nacional y del
progreso histórico que comportaba.
En esa etapa todavía incipiente, el capitalismo en una formación
periférica tenía por necesidad dosis de horror, que se magnificaban con
los ingredientes particulares de la dominación trujillista. Los salarios
eran miserables. Las masas sobrevivían en la indigencia atroz. Los
campesinos iban descalzos, a lo sumo con soletas de cuero o de goma, o
vestidos de harapos o no pocos hasta cierto momento con piezas burdas
hechas de sacos de cabuya. Los niños estaban muy lejos del paraíso
pretendido por la propaganda, aquejados de enfermedades crónicas que
disparaban la mortalidad. Miles de campesinos trabajaban gratuitamente
en las carreteras y en las empresas emblemáticas del supuesto progreso.
No pocos murieron después de sufrir devastadoras palizas
ejemplificadotas de la disciplina laboral.
La explotación desenfrenada se amparaba en un miedo interiorizado por
todos. La delación se tornó en virtud dentro de la proterva Cartilla
cívica. Era frecuente que los esposos no se confiaban sus pensamientos
ante lo que vivían. El que no se viviera así por muchos, la mayoría
incluso en el campo, tiene su explicación materialista, en razón de los
efectos de la imposición de un sentido del orden, que era el resultado
de un estado interiorizado de temor. Buen discípulo de los infantes de
Marina, el tirano dio el puntillazo a la subordinación de todos, en
especial los del campo, a los designios del Estado.
Hubo desarrollo económico capitalista pero no progreso. Por esto resulta
inadmisible hablar de realizaciones o de aspectos “positivos”. Progreso
implica la humanización progresiva de la sociedad, y el trujillato
representaba lo contrario. No hay progreso sin dignidad, sin libertad,
sin el imperio de la ética, sin participación, sin desarrollo educativo
genuino. El avance material formó parte del remolino de horrores.
La comparación con el presente, a la que hice alusión más arriba,
constituye otro de los tópicos del sofisma de la ideología trujillista.
Es indiscutible que el esquema de la democracia posterior a 1978 no ha
cumplido con un desideratum genuino. Es indiscutible también que han
aparecido nuevos problemas que se adicionan a los anteriores. Pero no
quiere decir que el ordenamiento político que existe hoy sea más
negativo que el instaurado en 1930.
Es fácilmente demostrable con indicadores económicos que el pueblo vive
mucho mejor que antes, aunque las condiciones de la mayoría pobre
continúe siendo altamente deplorables. El desarrollo económico impulsado
por el régimen despótico no podía repercutir en una mejoría de la
condición de vida de la gente ya que se puso en operación una maquinaria
infernal que succionaba todas las riquezas, hasta los niveles más
infinitesimales, hacia las arcas de papá y, en menor media, de los
integrantes de la corte de familiares y secuaces.
Todos los indicadores sociales resultan indiscutibles en cuanto a
mejorías puntuales respecto al pasado. Y no es pequeña cosa y sin que
por supuesto, en sentido contrario, se pretenda hacer la apología del
presente. Pero si persisten graves problemas y han aparecido otros no se
debe a que se haya dejado atrás el trujillato. Más bien es lo
contrario: muchos de los problemas de que está aquejada nuestra sociedad
todavía, como la persistencia de estilos autoritarios, son en parte
atribuibles a que no se ha practicado la necesaria cirugía de las masas
purulentas del espíritu del trujillismo.
La solución de los problemas no puede estribar en una reorientación
hacia el pasado, como pretenden los sicofantes redactores de esta
porquería. La agenda que tiene por delante el logro del progreso social
presupone la orientación exactamente inversa de lo que representó el
trujillismo. Nada es más importante, en primer lugar, que la libertad.
El espíritu de la equidad social, obligado ingrediente del único
progreso posible, también es lo inverso de aquel régimen en que se
concentró la riqueza de forma inaudita.
fe y libertad