No hay nada como la emoción de vivir una primera cita. Los nervios, la
expectación sobre si habrá química, preguntarte si llegará a algo más…
Habrá muchas cuestiones que ronden tu cabeza, pero hay una que nos suele
atormentar: “¿Qué ropa llevo?”.
Qué ponerse en la primera cita debería ser la última cosa en la que
preocuparse y, sin embargo, vuelve a la mente una y otra vez. Y es que
de repente echas un vistazo a tu armario y no se te ocurre qué llevar.
Pero no temas, porque hoy te descubrimos las cinco reglas de oro para
que estés perfecta en esta ocasión especial.
Por supuesto, habrá también que pensar en temas de conversación
interesantes, maquillaje, preguntas que quieras hacerle… Pero si sabes
cómo irás vestida a tu cita, solo tendrás que dedicarte a estas
cuestiones. Así que… ¡Toma nota!
Siéntete cómoda
No es que tengas que llevar cholitas o ropa deportiva, ni mucho menos.
Simplemente nos referimos a que te pongas algo con lo que te sientas
cómoda, física y emocionalmente. Por ejemplo, evita los tacones que
parecen rascacielos a no ser que seas una experta andando sobre ellos y
sepas seguro que no van a matarte por el camino.
Tampoco te pongas ropa nueva que no has probado previamente. No querrás
descubrir a mitad de la noche que la falda ceñida que tanto te gustaba
cuando la compraste muestra más de ti de lo que te gustaría.
Y, por supuesto, no utilices algo que te hará sentir incómoda desde un
primer momento. Una faja puede parecer una idea estupenda para estilizar
tu figura, pero no vas a dar una buena impresión si se te nota oprimida
y casi sin aliento durante toda la noche.
En definitiva, si estás cómoda, vas a ser capaz de relajarte más y
concentrarte en tu cita. Y, sobre todo, centrarte en sentirte tú misma,
en explotar tu atractivo y en verte, y que te vean, impresionante.
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¡Guarda el misterio!
Seguro que alguna amiga (¡o incluso tu madre!) te ha dicho alguna vez
que si enseñas el escote no muestres a la vez las piernas, o al revés. A
decir verdad, no van muy mal desencaminadas.
En la cita número uno, tu propósito es ser lo suficientemente ardiente,
sofisticada, divertida, inteligente e ingeniosa como para que tu chico
se sienta afortunado de estar contigo. Sin embargo, enseñar demasiado
puede distorsionar esa imagen que intentas proyectar.
Vestir para la ocasión
La regla número uno a la hora de planear una cita es que nunca dejes que
el sitio donde vaya a tener lugar sea una sorpresa. Y es que quedar con
alguien que apenas has visto en otras ocasiones en un lugar desconocido
tiene muchos inconvenientes, como no ir bien vestida para la ocasión.
Por ello, si no queda otro remedio, primero infórmate del sitio. Mira en
Google algunas imágenes o busca dónde vas en un mapa. Porque, aunque lo
lógico es esperar que tu pareja te diga si es conveniente llevar
vestido o ropa más casual, no siempre es así.
Y no hace falta que mencionemos los horrores de ir muy elegante o con
vestido corto para una primera cita que consista en un picnic en el
campo. Así que mejor ser precavida… ¡Siempre!
Sé tú misma
Ser tú misma en la primera cita es un aspecto esencial. Parece un
cliché, pero quien te merezca te querrá como eres. Y eso incluye también
tu forma de vestir. No debes intentar aparentar ser alguien que no eres
sólo por gustar a otra persona.
Si tú te sientes cómoda con un par de blue jeans y una camisita, no hace
falta que te fuerces a llevar otras cosas con las que probablemente no
estés a gusto. Además, dentro de tu closet seguro que hay ropa que te
guste especialmente o con la que te sientes lo suficientemente bien como
para una primera cita.
Y, por otro lado, si tienes tatuajes y piercings, no los escondas. El
significado de éstos forma parte de tu vida y de quién eres, y es algo
que a él probablemente le interese. Y, en definitiva, si no le gusta tu
estilo, claramente no es el chico adecuado para ti.
La seguridad en ti misma, lo primero
El mejor consejo que se puede dar sobre qué ponerse en la primera cita
es que no es tan importante qué te pongas, siempre y cuando te sientas
increíblemente bien con ello. Si tienes seguridad en ti misma, él lo
notará, y responderá a esa confianza sintiéndose a gusto contigo.
Y si eso significa que tienes que llevar alguna faja con la que te
sientas más sexy o que tengas que hacer cantos de autoafirmación delante
del espejo, ¡adelante! Todo en lo que tienes que pensar es que eres
sexy, sexy, sexy y que, pase lo que pase, las citas seguirán llegando.
