Poder, una "adicción" que puede durar décadas
No se sabe qué tiene el poder, pero dicen que una vez que accedes a él
cuesta mucho dejarlo. Que se lo pregunten si no a Hugo Chávez y otro
montón de presidentes a lo largo y ancho del planeta, que, tras décadas
gobernando, siguen presentándose a las elecciones, manipulándolas a
veces o, incluso, recurriendo directamente al ejército con el objetivo
de continuar mandando años, y más años, y más años…
Chávez, tras ganar sus cuartas elecciones consecutivas con un justo
54,4%, podría llegar a las dos décadas al frente de los designios de
Venezuela. Y él, encantado, como si quisiera estar ahí de por vida a
pesar de encontrase con la sombra de un cáncer que siembra de dudas su
capacidad para seguir gobernando hasta 2019: «Les doy las gracias y le
pido a Cristo que me dé vida y salud para seguir sirviendo al pueblo
venezolano», aseguraba en la celebración de su triunfo.
Y aunque 20 años parecen muchos, lo cierto es que hay otros mandatarios
que le superan con creces. Su compañero de batallas sin ir más lejos,
Fidel Castro, le dobló llegando casi al medio siglo, cediendo el cetro a
su hermano sólo cuando la enfermedad le impedía literalmente seguir
gobernando. Cuando derrocó la dictadura de Batista llegó a decir: «A mis
entrañables compatriotas, les comunico que no aspiraré ni aceptaré,
repito, no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de
Estado y Comandante en Jefe». Y décadas después de haber incumplido
aquella palabra, aseguró: «Que no se preocupen los vecinitos del norte,
que no pretendo ejercer mi cargo hasta los 100 años». Aquí, por lo
menos, no mintió.
La Primavera Árabe contra el poder eterno
Probablemente, Muamar Gadafi habría amenazado la afirmación de Castro de
no haber sido asesinado el año pasado, porque estuvo al frente de Libia
nada menos que 42 años, tras liderar la revolución que acabó con el
régimen monárquico del rey Idris en 1969. Y cuatro décadas después, lo
de ceder el cetro (y mucho menos lo de que fueran los libios los que
escogieran) no lo veía nada claro: «No soy ni primer ministro, ni
presidente, ni rey. No ocupo ningún cargo en Libia. Es por ello que no
tengo que renunciar a ninguna función», declaró en junio de 2011, dos
meses antes de ser capturado por la oposición y recibir un balazo que
acabó con su vida a los 69 años.
La reciente Primavera Árabe acabó, además de con Gadafi, con dos de los
presidentes más longevos del siglo XX y lo que llevamos del XXI: Ben Alí
en Túnez y Hosni Mubarak en Egipto. El primero dio un golpe de Estado
en 1987 y consiguió concentrar todo el poder hasta que, en enero de
2011, y ante la magnitud de las protestas populares a causa de sus
desmanes, abandonó el país dejando el gobierno a cargo del ejército y
refugiándose en Arabia Saudita rodeado del mayor lujo.
«Dios ha escogido a Mubarak para Egipto», llegó a decir el mismo Mubarak
antes de que las protestas de su «amado» pueblo le obligaran a dimitir,
eso sí, con una fortuna estimada de 70.000 millones de dólares,
mientras casi la mitad de los egipcios vivían con menos de dos dólares
al día.
Eternizándose en el poder
En Angola, tal y como se preveía, no hubo margen para la sorpresa en las
elecciones del mes pasado, en las que José Eduardo Dos Santos, conocido
como «eterno presidente», obtenía el 72,8% de los votos. Un porcentaje
más que sospechoso si tenemos en cuenta que este hombre lleva como
presidente desde 1979… ¡33 años! Con 70 años de edad, se ha consolidado
como uno de los mandatarios más longevos de toda África, sólo superado
en un mes por el dictador ecuatoguineano Teodoro Obiang.
A lo largo de sus también 33 años en el poder, Obiang ha dicho cosas
como «nunca dejaría el poder a un estúpido» o, como en las elecciones
municipales de 1995, en las que la oposición le derrotó, con mucho
sarcasmo: «Vosotros habéis ganado las elecciones ¿y ahora quién os
entrega el poder?». Debe ser que llevar en gobernando desde 1979 no
desgasta mucho, y para mantenerlo, vale todo.
A Paul Biya, el primer ministro de Barhein, aún se le quedan cortos los
currículos de los dos africanos. Aunque no recibió una educación
reglada, fue nombrado directamente por su hermano en 1970, desde la
independencia de este reino del Imperio británico. Esto le hace ser el
primer ministro con más años en activo de todo el mundo. Y qué dure…
pensará por lo menos él.
La lista es excelsa: Robert Mugabe en Zimbawue (25 años), Ali Abdullah
Saleh en Yemen (21 años), Nursultan Nazarbayev en Kazajistán (20 años).
En España tuvimos a Franco 39 años y, ya en democracia, a Felipe
González 14, que tampoco es moco de pavo.
fe y libertad
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aviso de la mafia...osea YO!!
En este blog... (osea el mua) hay artículos de todo tipo, vivencias mías, de mi familia, de los plebes del barrio, resumenes de mis viajes psicotrópicos, mis fantasias sexuales con talia, críticas a las (os) pend*jas (os) de mis conocidas (os), crítica social, crítica personal, críticas constructivas, destructiva etc. Tambien tengo muchos articulos extraidos, osea Robados, de otros blogs como el tuyo y ni modo, el que no tranza no avanza. Asi que si te sientes ofendido por que extraje (robé)algun artículo de tu blog... recuerda que hay un Dios!! y probablemente me valla al infierno...algún dia... pero por mientras no te awites hombre...seguiré robandote cosas... así es la vida.. . . Disfrúta mi blog!! cura el SIDA...preguntale a un tio mío...ah no... ya murió..de sida presisamente...chale...